31º Salón del Cómic: Entrevistamos a Yanick Paquette, dibujante de La Cosa del Pantano.

Cuando entro en el espacio que ECC Ediciones ha habilitado sobre su stand para su personal y para poder hacer las entrevistas, Yanick Paquette está acabando una de sus numerosas entrevistas de la mañana. Se despide de una chica muy guapa con un halago y comienza a recoger sus cosas, quizás para descansar un poco antes de la sesión de firmas que comenzará en breve. Merche, la encargada de prensa en ECC se acerca y le dice señalándome que todavía le queda una entrevista más. Yanick, en lugar de torcer el gesto me mira, sonríe y dice: “¡Por supuesto!” Me da la mano, se sirve un café, nos sentamos e iniciamos más una charla que una entrevista al uso. Toda la afabilidad que me ha transmitido en apenas unos segundos, se confirma a medida que avanzamos en la conversación. El señor Paquette es un tío estupendo, amable, simpático y encantador, además de ser un conversador nato. Aprovecho una broma inicial sobre DC y Marvel para empezar con una pregunta obvia.

Yanick Paquette

Javier Marquina: Empecemos por una fácil. ¿Marvel o DC?

Yanick Paquette: Desde el punto de vista del artista es casi lo mismo. Cuando estaba con contrato en exclusiva en Marvel trabajé con la misma gente con la que después lo hice en DC, así que al final somos las mismas personas moviéndonos de serie en serie, y no hay grandes diferencias personales. Si tuviera que nombrar una diferencia, para mí, que soy un dibujante lento que prefiere embarcarse en pretenciosos proyectos inacabables (esbozando una media sonrisa) y no suelo cumplir con los plazos que requiere una colección mensual, diría que DC es más abierta, consiente más al artista.

JM: ¿Podríamos decir que Marvel es más “industrial”?

YP: Marvel es más rápida, más atenta a la tendencia. DC permite que te tomes tu tiempo. Es quizá por esto que gente como J.H. Williams, Ryan Sook o Adam Hughes encajan mejor en DC, dónde no son obligados a proyectos mensuales y gozan de cierta libertad a la hora de las entregas.

JM: ¿Quizás Marvel produce mejores colecciones mensuales pero DC tiene los mejores proyectos únicos e individuales? Quiero decir, ¿Marvel es el mes a mes y DC hace los mejores one-shots?

YP: Sí. Creo que esa sería una perfecta explicación de la diferencia entre las dos compañías.

La Cosa del Pantano por Yanick Paquette
Ilustración de Paquette para Swamp Thing Nº 1

JM: ¿Y ahora? Tu último número de La Cosa del Pantano acaba de salir así que… ¿cuál va a ser tu próximo proyecto?

YP: El número 18, mi ultimo número en la serie, es como un gran resumen de mis casi dos años dibujando al personaje. Me gustaría haber hecho mucho más, pero insisto, no soy alguien que haga un cómic al mes, así que sólo he podido dibujar la mitad de los números más o menos, pero aquellos que dibujé los hice con tanta convicción que creo que influyeron a los otros dibujantes. Una parte de mí no está del todo satisfecha, porque querría haber hecho más paginas de esta etapa. Lo que estoy haciendo ahora es un secreto, así que sintiéndolo mucho tus lectores no van a poder saber nada de este proyecto misterioso, no va a haber grandes revelaciones. Lo siento (sonríe). Lo que sí puedo decirte es que NO será una serie mensual. He intentado siempre huir de este tipo de colecciones durante años, pero como el mercado americano funciona principalmente a base de este tipo de colecciones, siempre me las acaban ofreciendo. Cuando me dijeron que tenía que dibujar Batman Inc. yo les aseguré que no iba a ser capaz de mantener un ritmo mensual, pero me dijeron que no importaba, que lo único que querían es que empezara con la colección, así que lo hice pero… hubo al menos un número que salió súper tarde… un desastre.

Así que esta vez me he mantenido firme, he huido de todo lo que sonara a mensual. He empezado ya a trabajar en este “misterioso” (usando un misterioso tono de voz) proyecto y es algo que he deseado hacer durante mucho tiempo. Desde hace tres o cuatro años esta idea ha estado rondándome, mientras hacía Batman, mientras hacía La Cosa del Pantano, que fueron proyectos que me encantaban, pero lo que de verdad quería hacer, lo que he estado trabajando para conseguir es este nuevo proyecto que POR FIN voy a poder hacer.

JM: ¿Vas a escribirlo tú? ¿Quieres escribir tus propios cómics?

YP: No. La verdad es que no tengo ninguna inclinación hacia guionizar mis propios cómics. Sin embargo, he trabajado con guionistas que te dejan participar mucho en el proceso de creación de la propia historia, y aportar tus propias ideas y técnicas. Scott Snyder, por ejemplo, sabe que todos los dibujantes con los que trabaja quieren probar cosas nuevas en lo que a técnicas de narración se refiere, así que nos permite “tomar el mando” en ocasiones. Tuve que dibujar una enorme batalla de La Cosa del Pantano contra la Putrefacción y el guión inicial apenas eran tres líneas, así que me lo pasé en grande diseñando splash pages que mostraban oleada tras oleada de horribles monstruos. Podríamos decir que toda la escena de esa batalla es “mi guión” pero… ¿puedo decir que yo escribí la historia? Además, al final, Scott vuelve a supervisar las páginas finales para añadir el diálogo. Para Grant Morrison, por ejemplo, esta manera de trabajar también es una especie de regla inquebrantable. Te da un guión que es más bien un somero esquema de lo que va a pasar y espera que tú, como artista, le pongas la carne a ese guión y resuelvas los problemas narrativos que pudieran ir apareciendo, describir los lugares, los movimientos, añades viñetas, quitas viñetas… Así que al final lo que queda es un animal muy diferente a ese guión inicial que Grant te ha dado. Luego revisa estas paginas para darle la forma final a todo, por supuesto. Supongo que esta manera de trabajar es más precisa que la que podríamos llamar ““manera Stan Lee”. Algo así como el guionista diciendo: “Jack, quiero una historia en la que el villano tenga alas”, y con eso se guionizaban varios números de Los Cuatro Fantásticos.

El final de La Cosa del Pantano, ese último número 18 del que hemos hablado, es un número muy emotivo, muy intenso. Scott estaba inmerso en un enorme crossover con los títulos de Batman, así que el guión que recibí no era todo lo “preciso”, podríamos decir que no era una historia con tanto contenido emocional como necesitaba, así que prácticamente rehíce la escena principal de este número para que encajara con mi idea de lo que tenía que estar sucediendo. La idea básica está ahí, el sacrificio sigue presente, pero el modo de contarla, el ritmo de la historia es una aportación mía, cosa que creo que beneficia en general a la narración, ya que es el artista el que sabe cómo van a quedar esas páginas al final y si lo que se va a contar encaja y tiene el tempo correcto. Es un poco como el cine. Tu puedes escribir un guión de una película, pero es el director el que sabrá como rodar cada escena, donde poner la cámara, la luz…

No estoy diciendo que los dibujantes tengamos que coger por completo las riendas de un proyecto, porque a veces el guionista puede no estar de acuerdo con nuestra visión de su idea, pero cuando ya llevas años de trabajo a las espaldas y el guionista confía en ti, acabas siendo libre para hacer un poco lo que tienes en la cabeza.

Batman Inc. por Yanick Paquette
Ilustración de Paquette para Batman Inc. Nº 1

JM: Has trabajado con guionistas de mucho renombre. Alan Moore, Grant Morrison, el incipiente Scott Snyder. ¿Hay entonces grandes diferencias al trabajar con diferentes guionistas?

YP: Totalmente. Realmente creo que de estos tres guionistas, Scott es el menos compatible conmigo (ríe). No por su personalidad o su ambición o por el modo en el que vemos las cosas, pero si que creo que sus historias tienen un ritmo lento. Van muy despacio. Están pensadas para durar muchos números y tardan siglos en irse desarrollando. Lo que alguien como yo, un dibujante realmente lento, quiere cuando se pasa cuatro meses dibujando dos números de una serie es que en esos dos números pasen muchas cosas. Dibujar los dos primeros números de Batman Inc. fue maravilloso, porque las páginas estaban llenas de robots invisibles, calamares gigantes… había tantas cosas pasando en cada número… Así que cuando acababas esos cuatro meses de trabajo lo hacías con la sensación de haber creado una vida entera de aventuras y diversión. Pero en dos números de La Cosa del Pantano… realmente no pasa gran cosa… Empezamos el primer número en una ciudad y, dos números después, seguimos en la misma ciudad.  En serio, creo que los números 5 y 6 de La Cosa del Pantano discurren POR COMPLETO en la misma esquina. NO SE MUEVEN. Están en la misma esquina de la misma calle durante 48 páginas. Eso nos da idea de el ritmo que esta historia tiene. No digo que esto sea malo. Al contrario. Para un cómic como La Cosa del Pantano es incluso algo bueno, porque creas una gran expectación. En el primer arco del a nueva serie pasas seis números esperando que el héroe verde aparezca. Y nunca lo hace. Y cuando lo hace por primera vez, ¡ni siquiera puedes verlo bien! Así que tienes que esperar otro mes. No sé. Cuando recibí el guión de Mundo Putrefacto, pensé que quizás las cosas deberían estar un poco más… “comprimidas”.

JM: La famosa descompresión de Bendis. A veces es difícil para gente como yo que ha crecido con cómics en los que todo pasaba en 22 páginas…

YP: Hay gente como Greg Capullo al que le puedes decir: “Mira Greg, esta historia que iba a durar 4 números, ahora va durar 7”. Y el tío ni siquiera parpadea. Es una máquina, una bestia del dibujo. Le puedes cargar con todo el trabajo que quieras, que él nunca se quejará. Pero para mí, si me dices eso, lo único que voy a poder decirte es que no voy a ser capaz, que alguno de los números de esa saga los va a tener que dibujar otra persona y es triste, porque son proyectos que me gustaría que fueran míos por completo desde un punto de vista artístico pero, simplemente no puedo hacerlo. Así que me requieren para momentos críticos, para la primera y última parte de la saga. Ojalá pudiera, pero mi lenguaje gráfico no es tan eficiente si tengo que ir deprisa. No soy John Romita Jr. o el propio Greg Capullo. No quiero decir que gente con mi ritmo de trabajo deba ser borrada de la existencia. Hay casos peores. Adam Hughes, por ejemplo (ríe). Arthur Adams, por ejemplo. Ambos se dedican principalmente a las portadas y son maravillosas. Si alguna vez hacen el arte de un cómic es fantástico. Pero si no producen más trabajo no es porque se pasen el día borrachos en un bar escaqueándose del curro sino que el lenguaje, su lenguaje, es incompatible con este ritmo acelerado de producción. Si le das a la gente su tiempo, puedes disfrutar de trabajos realmente increíbles como el de J.H. Williams en Batwoman. Sería una lástima no contar con autores de este tipo sólo porque son demasiado lentos.

Ilustración de Bernie Wrightson
Ilustración de Bernie Wrightson

JM: Ya que hablamos de grandes artistas, si te parece, vamos a hablar de aquellos que más te han influido. Tu estilo siempre me ha recordado mucho a Kevin Nowlan. Estoy seguro que te lo habrán dicho mucho…

YP: Me encanta Kevin Nowlan.

JM: Yo adoro su trabajo. Me parece un artista impresionante.

YP: Es un maestro. Un genio de la claridad y de la luz.

JM: Creo que has evolucionado mucho. Tu estilo en los últimos números de La Cosa del Pantano es extraordinario, pero siempre me queda esa impresión de parecer estar viendo dibujar a un fan de Kevin.

YP: En realidad una de mis primeras inspiraciones fue Berni Wrightson. La manera en que usaba la luz, las sombras, la dobles iluminaciones creando sombras y alterando las formas… Berni lo hacía. Kevin es alguien más gráfico, mas moderno, más en el límite. Cuando descubrí a Kevin después de leer a Berni Wrightson, para mí fue casi una progresión lógica. Su estilo es más de dibujos animados, deformando las figuras y, sin embargo, sigue pareciendo algo real, lo cual no deja de ser mágico, es bastante extraño… es genial.

En general, curiosamente, hay mucho de Jim Lee en mi estilo, “bajo la capucha” (under the hood, literalmente). Mi generación creció leyendo cómics de Jim Lee, así que en la estructura más básica de mis páginas, antes casi de hacer nada, puedes observar que hay una gran influencia del Jim Lee de los X-Men, tratando de conseguir su dinamismo, energía, las posturas…

JM: ¿Qué cómics estás leyendo ahora?

YP: (Con cara de pena profunda) No leo cómics.

JM: Maldición. Debí haber preguntado primero si leías cómics.

YP: Desgraciadamente no. Consigo todo lo publicado por DC y lo hojeo todo, pero no leo nada periódicamente. Intento buscar referencias en el arte de todos los cómics de DC y me gusta mucho Jesús Saiz, que debería  tener mucho más reconocimiento del que tiene. Eddie Barrows me gusta mucho, y muchos más. Ahora que lo pienso, no es totalmente cierto que no lea cómics. Hay dos series que sigo con fervor en la actualidad: Hellboy, donde Duncan Fegredo ha hecho un EXTRAORDINARIO trabajo. Es divertido, entretenido y Duncan es un maestro, un auténtico fuera de serie. La otra serie que sigo es Empowered, de Adam Warren.

JM: ¿Adam Warren? ¿En serio?

YP: Me encanta Adam Warren. Trabajamos hace años juntos y me lo pasé tan bien con él…

Empowered es un milagro. Adam la escribe y la dibuja. Es una serie en blanco y negro y es un auténtico milagro. Es una mezcla imposible de divertimento erótico, de terror, humana, emotiva… El villano puede ser absolutamente estúpido, pero en el fondo  la historia habla de sentimientos puramente humanos y sabe tocar tu corazoncito, o asustarte, o… cualquier cosa. Es una serie a la que hay que seguir. Es estupenda.

Javier Marquina con Yanick Paquette

Cuando la puerta se abre y nos dicen que mis 20 minutos han acabado, apenas puedo creerlo. Habría pasado horas tranquilamente hablando de cómics y me han quedado miles de preguntas en el tintero, pero la experiencia no puedo calificarla de otra cosa que genial. Aprovecho un segundo para conseguir la típica foto con el autor y me despido, con la esperanza de poder volver a coincidir en el futuro con este artista magnífico.

No me puedo olvidar de agradecer a ECC Ediciones y su gente su amabilidad, así como la oportunidad que nos brindaron de poder entrevistar al señor Paquette, todo un puntazo para alguien que, como yo, lo máximo a lo que aspiraba en un Salón era a hacer 2 horas de cola para conseguir una firma. Gracias eternas.