[Reseña] Injustice: Gods Among Us Nº 1

UN CÓMIC LLENO DE SORPRESAS, EL PRIMER ACTO DE UNA OBRA ARRIESGADA QUE DARÁ MUCHO QUE HABLAR

Injustice: Gods Among Us Nº 1

Todos nos sorprendimos gratamente aquel día en el que ECC Ediciones, mediante su comunicado de próximos lanzamientos para junio, incluía el primer número de Injustice: Gods Among Us. Dios, yo di brincos de alegría. Tenía incalculables ganas de meterle mano a esta serie y ahora que he terminado de leer la primera entrega, me muerdo las uñas esperando a la siguiente.

A modo de precuela de lo que ya podemos observar en el videojuego en el que se basa este cómic, Injustice nos sitúa en un futuro no muy lejano (fuera de la continuidad de las series regulares) donde las cosas ya no son tal y como las conocíamos.

Ambientada en Metrópolis, la historia cuenta como principales protagonistas con Superman y Batman, quienes, acompañados de otros miembros de la Liga de la Justicia, tendrán que colaborar juntos para dar con el paradero del Joker y su inseparable compinche, la alocada Harley Quinn. Ambos tienen grandes y maléficos planes para la Ciudad del Mañana, pero antes han de destruir a su protector. Pero, ¿cómo hacer daño a un ser invulnerable como Superman?

Al igual que las demás colecciones de DC Comics que primero fueron lanzadas a través del formato digital, Injustice no cuenta con un equipo creativo de renombre, aunque ni por asomo carente de calidad y fuerza.

Tom Taylor al guión acompañado de los dibujantes Jheremy Raapack, Axel Giménez y Mike S. Miller firman un trabajo realmente solvente y lleno de golpes de efecto cada pocas páginas que en más de una ocasión te dejarán con expresión ojiplática. Y no son efectismos simples de mercadillo, sino que apuestan por lo arriesgado. Se lo juegan todo a una carta para sorprender al lector, y vaya que si lo hacen.

Injustice: Gods Among Us Nº 1

En cuanto a la labor artística, cumplen con los convencionalismos de las series más corrientes de DC, no obstante, posee un trazo atractivo y hace que la lectura aporte dinamismo y fluidez. Cabe destacar una cierta vena cómica en alguna de sus viñetas que en lugar de interpretarse como una caricatura, se nos muestra más como una dosis sutil de humor muy ligero y bien llevado.

Por otro lado, mencionar el aspecto de los diferentes trajes de los personajes, tal y como los vemos en el videojuego homónimo, que a su vez están basados en la imagen de los Nuevos 52, aunque con algunas diferencias. Y es que las diferencias marcan el éxito. Atuendos con mucho detalle, tanto para héroes como villanos, que hacen las delicias de quien disfruta sumergiéndose en las viñetas.

Por último, no quiero despedirme sin agradecer a ECC Ediciones el esfuerzo que ha hecho por contentar a muchos lectores, no solo haciéndonos llegar la serie a nuestro país, sino también por editarla en económicas grapas mensuales a 2,50 €, siendo así asequibles para cualquier persona interesada.