[Reseña] Batman: El Caballero Oscuro – Hijo de la Fortuna

Batman: El Caballero Oscuro - Hijo de la Fortuna

Para felicidad de todos los fans de los cómics del Hombre Murciélago, ECC Ediciones nos está trayendo gran número de títulos del enmascarado, algunos inéditos como este Batman: El Caballero Oscuro – Hijo de la Fortuna, que sirven para llenar los vacíos en la colección en español de Batman.

Gracias a las películas de Nolan sobre el Murciélago, este personaje se encuentra en su mejor momento, y es importante por eso mismo agradecer a la editorial española que gran parte de su línea editorial en rústica esté dedicada al Caballero Oscuro.

Hijo de la Fortuna fue editado por DC en el año 1999 con el trabajo del guionista Gerard Jones (La Liga de la Justicia) y el dibujante Gene Ha (Starman), a pesar de que el verdadero creador del proyecto fue el ya fallecido editor de DC Comics, Archie Goodwin, del que fue la idea de crear un especial de Batman dedicado a la relación de este con el rock’n’roll. Goodwin no alcanzaría a ver su obra editada, pero sus sugerencias y su aporte se incluyen en esta obra.

La música rock sirve para acercar a Batman y Robin en una relación padre e hijo, y aunque el rock no sea precisamente un elemento de unión, las discusiones al final terminan acercándolos. El rock, en sus comienzos en la cultura popular, no fue bien visto por un gran número de personas, ya que se asociaba a conflictos y a personas con problemas mentales.

Batman: El Caballero Oscuro - Hijo de la Fortuna

De esta forma, el estilo musical aparece representado en el cómic en la figura de Izaak Crowe, la estrella del rock al que muchos (entre ellos el propio Robin) adoran con pasión, mientras otros lo consideran una influencia nociva. Es el propio Batman uno de los que piensa que Crowe podría ser un criminal que manipula a los adolescentes que le admiran para que cometan delitos en su nombre.

Batman: El Caballero Oscuro - Hijo de la Fortuna

Y es aquí de donde parte la intriga sobre quién es Crowe y de sus visiones casi místicas. Jones construye un relato que muestra desde detrás de bambalinas la industria del rock, y así, en las viñetas de Hijo de la Fortuna, somos testigos de la presencia de diferentes personajes que van creando una atmósfera de “show business“, donde veremos al típico productor manipulador o a una novia groupie casi tan fanática como las legiones de seguidores que corean a su ídolo en los conciertos.

Hijo de la Fortuna no es un gran cómic de Batman, todo hay que decirlo, pero se lee con agrado gracias al gran trabajo de los lápices de Gene Ha (del que no podemos olvidar su colaboración con Alan Moore en Top 10). Teniendo esto en cuenta, cabe darle una oportunidad al presente título, y no se arrepentirán, porque se encontrarán con más de una sorpresa.