En su iniciativa de recuperar y recopilar todo tipo de material relacionado con Superman, ECC Ediciones nos presenta el tomo Superman: Hacia el Infinito, una interesante compilación de los primeros números de las nuevas etapas en las series Action Comics y Superman tras las importantes consecuencias de Crisis Infinita.
Así, el tomo recoge los números Action Comics #837-840 USA y Superman #650-653 USA, con guiones de Geoff Johns y Kurt Busiek, y dibujos de Pete Woods y Renato Guedes. Como veis, unos equipos creativos que, a priori, son de alto standing, y que fueron seleccionados para llevar a cabo la ardua tarea de elevar de nuevo al Olimpo a un personaje que pasaba por uno de los muchos altibajos que ha tenido a lo largo de su carrera.
Este nuevo inicio, lanzado allá por 2006, se produjo con tan solo estas dos cabeceras del Hombre de Acero en el mercado, y se optó por comenzar con una historia conjunta entre ambas series.
Tras derrotar a Superboy Prime y verse expuesto al sol rojo de Krypton, Superman sigue prácticamente sin poderes, haciendo lo que puede desde su posición de periodista como Clark Kent. La cosa se complica cuando Lex Luthor sale de la cárcel y se hace con varias armas de procedencia kryptoniana, además de la nueva serie de supervillanos que están apareciendo para complicar el día.
Este punto de partida, sumado a la posterior recuperación de sus poderes, nos presenta lo que tranquilamente podría ser una nueva narración de un pseudo-origen para Superman. Su integración en la raza humana, su interacción con los habitantes de este planeta, y sus continúas luchas internas sobre si es o si puede ser uno de ellos, es narrado a la perfección por la elaboración conjunta del guión de Johns y Busiek. Obviamente, que el personaje no tenga poderes (o estos estén mermados) ayuda bastante, y conforma un punto de entrada perfecto para los nuevos lectores.
Pese a ser una construcción narrativa conjunta, ambos guionistas funcionan como lo haría una máquina perfectamente engrasada. De hecho, si eliminamos la información relativa a que el contenido de este tomo pertenece a dos series, un lector desconocedor del hecho no consideraría otra cosa que no fuese pensar que esta historia ha sido creada para salir a la venta tal y como la tenemos en nuestras manos, en un tomo.
Lo mismo ocurre con los dos dibujantes de la serie. Aunque podemos decir que Woods carga con un mayor peso en la tarea artística, el estilo similar de ambos se compagina de tal forma que podemos obviar el reparto de quehaceres. Si bien sí que podemos distinguir trazos según las escenas, ya que al fin y al cabo a cada uno se le dan mejor unas cosas que otras, ambos se compaginan perfectamente, tal y como parece que era el objetivo de su contratación.
Bien es cierto que se trata de una historia que, aunque no es muy original e incluso está ya bastante manida en el universo del Hombre del Mañana, sí que es muy consistente, entretenida y poco menos que destacable. Si además tenemos en cuenta el trabajo artístico de altura, nos encontramos ante un comienzo de bastante calidad del que podría caber esperar mucho en un futuro no muy lejano.
Sin embargo, ese futuro ya es pasado, y a día de hoy sabemos que no fue tal y como nos habría gustado. Las extrañas políticas y la locura editorial que se sufría por entonces afectó tanto a las series de Superman como a las historias de sus guionistas. De hecho, tanto fue así en general, que DC Comics optó por crear el relanzamiento que conocemos por los Nuevos 52, frenando así en seco lo que quizás podría haber sido una de las etapas más interesantes de Supes en los últimos tiempos.