Es todo un privilegio que ECC Ediciones haya reeditado Batman: Gotham a Luz de Gas, creado en febrero de 1989 por el guionista Brian Augustyn y el dibujante Mike Mignola, acompañados de P. Craig Russell en la tinta.
Este cómic fue el precursor de lo que se conocería como la línea Otros Mundos, y dejo una huella indeleble hasta nuestros días. La premisa es simple: ¿Y si Batman no fuese un héroe de la actualidad, sino de la época Victoriana?
Partiendo de este escenario decimonónico, no es de extrañar la elección de la trama. ¿Qué personaje lunático y terrible sería un buen adversario para este caballero de la noche? Tópico, pero eficaz sin duda, Jack el Destripador se perfiló como la opción natural. Y para que vamos a decir lo contrario, funciona.
La historia, ambientada en 1889 ,empieza con Bruce Wayne regresando a Gotham tras pasar unos años en Europa estudiando y entrenándose para convertirse en Batman. Con un guión simple, pero intenso, discurre bien en el breve espacio de sus cuarenta y ocho páginas, las cuales se disfrutan largamente gracias a los dibujos de Mignola y a la habilidad narrativa de Augustyn.
Los guiños a la archiconocida y dilatada historia de Batman se resuelven con elegancia, evitando caer en lo grotesco, pero sin dejar los espacios que los fans mas acérrimos hubieran acusado. Bien es cierto que el planteamiento hubiera dado todavía más de sí, y que resolver el complejo misterio planteado en tan poco espacio deja una ligera sensación de precipitación que, no obstante, se salva por la buena ejecución del trabajo.
Eso sí, creo que el objetivo de la obra era, ni más ni menos, hacer una breve incursión fantástica. Y qué duda cabe, está realizada con maestría. Así, tenemos una historia curiosa, bien construida tanto a nivel estilístico, que dejará a unos con ganas de más y a otros les brindará una lectura entretenida, sin más pretensiones.
En este tomo, ECC Ediciones publica la historia junto con su secuela oficial, El Amo del Futuro, guionizada de nuevo por Brian Augustyn con arte del dibujante uruguayo Eduardo Barreto. En suma una obra fundamental del noveno arte y esencial para cualquier seguidor de Batman. Es el ejemplo de como debe ser un Otros Mundos a la hora de juntar personajes históricos y la importancia de elegir la época correcta. En una palabra: ¡Magistral!