Aunque ya está en la calle la tercera y última entrega de este arco argumental, que ya nos hemos leído, vamos a ir paso a paso y vamos a publicar primero un breve análisis de este Superman: Ruina Nº 2, que incluye Adventures of Superman Nº 633-638 USA.
Greg Rucka continúa al frente, obviamente, y vemos como su guión va acentuando las pequeñas cosas que ya asomaban el hocico en los primeros números. Ruina, a pesar de ser poderoso y presentarse como un rival digno, continúa en segundo plano en favor de los personajes secundarios que rodean a Superman y, sobre todo, a Clark Kent.
Como síntoma claro del objetivo de esta Adventures os Superman, empezamos a ver destellos de que lo que lo que Ruina quiere realmente es acabar con Superman de forma indirecta, atacando donde más le duele, que es en su corazón. Para ello, las balas van dirigidas a la cabeza de sus más allegados, no a la suya, y esto pone en jaque a un Superman que se encuentra más perdido que nunca al comprobar que su enemigo le conoce, pero él a su enemigo no.
Como decimos, siguen teniendo mucho peso los personajes secundarios, por lo que vemos a Lois comenzando la investigación sobre qué pasó realmente cuando le dispararon y casi acaban con su vida. Sigue muy presente también la Teniente Escudero, que choca de frente continuamente con Supes, pero que a la vez deja entrever cada vez más complicidad en el Hombre de Acero. De hecho, se establece como un excelente contrapunto al superhéroe, ya que mientras uno busca alcanzar una solución de la forma menos dañina posible, la otra deja claro que el fin justifica los medios.
Y aunque el villano principal sea Ruina, aquí entran en juego directamente los Parásitos, dos hermanos transformados y controlados por Ruina que, además de dar problemas a nuestro héroe por su potencial, también suponen una contradicción tanto interna entre ellos (uno de ellos solo quiere sobrevivir hasta el punto de que al principio se niega a alimentarse, mientras que el otro quiere obtener poder para imponer su voluntad) como hacia Superman, que debe decidir si ayudarles o acabar con ellos.
Como veis, tanto a nivel enemigos como a nivel aliados, una de las grandes premisas del arco es esa eterna lucha de Superman por resolver los conflictos sin violencia, sin daños y, por supuesto, sin muertes. Toda la historia gira en torno a esto y a la importancia de mantener una identidad secreta que aleje a los enemigos de tus seres queridos. Curiosamente, esto es algo en torno a lo que gira el evento Crisis Final, un evento que se desarrolla paralelamente a esta historia y que tendrá gran influencia en los números del tercer y último tomo.
Pero siguiendo con esta segunda entrega, vale la pena comentar la inclusión de dos interludios en forma de visita de Mr. Mxyzptlk y amor paterno-filial. Por un lado nos encontramos con el humor y la locura característicos del primero, y por otro vemos cómo se plantean Lois y Clark la remota posibilidad de tener un hijo. Eso sí, ambas historias están directamente relacionadas con la temática del arco, ya sea en un sentido u otro, y eso es de agradecer, ya que no nos aleja de la tónica general pero sí nos da un ligero respiro.
Lo de Matthew Clark en el apartado artístico viene a ser un más de lo mismo con respecto a lo comentado en el primer tomo. No es el mejor, pero sí de lo mejor que se estaba viendo en la época en las páginas de Superman. Es el típico dibujante discreto que agrada a la vista, que no te hará dar saltos de estupefacción ni llorar de pena, pero que cumple con un nivel por encima de la media gracias a su habilidad para detallar tanto la acción como los momentos emotivos.
Sin más, este segundo tomo se presenta como un toque continuista con respecto al primer tomo, algo de esperar cuando se trata de un mismo arco argumental, pero con la satisfacción de que la historia, la trama, la puesta en situación, los personajes y el arte van de menos a más hacia un tercer tomo que promete ser la mar de interesante.