[Reseña] The Flash 1×02

The Flash

Tras un episodio piloto prometedor (podéis consultar nuestra reseña aquí), The Flash vuelve con la firme intención de reafirmar las buenas impresiones causadas durante su arranque televisivo. Ahora bien, ¿lo ha conseguido?

Los capítulos de inicio son siempre la zanahoria atada al palo. Son un reclamo, un cebo donde los productores suelen aflojar la billetera para deslumbrar a un público ávido de emociones fuertes. De ahí que todos esos 1×01 cuenten con guiones firmados por pesos pesados de la industria, y donde por norma las secuencias complejas (acción, efectos especiales) tienden a magnificarse. Vamos, que ponen toda la carne en el asador. ¿Y luego? Luego, rara vez se mantiene el tipo. Los segundos episodios son ese baremo infalible para comprobar el temple de una serie. Ya no hay fuegos de artificio que valgan, porque es aquí donde vemos la tónica de lo que serán los veintitantos capítulos de la temporada.

Por ello es agradable encontrar algún producto, como es el caso de The Flash, donde la calidad vista en el piloto es exactamente aquello a lo que nos enfrentaremos semana a semana. Es un trébol de cuatro hojas, nuestra pata de conejo.

Todo aquello que nos gustó del capítulo piloto se mantiene, se reafirma con este segundo. Y no hablo solo de esa estética clara y diurna, me refiero sobre todo al factor X del protagonista. Podéis llamarle carisma, empatía o talento, tanto da. El caso es que nuestro Barry Allen es justamente eso, nuestro. Grant Gustin, el actor que le da vida, tiene ese no sé qué capaz de aferrarse a tu pecho y no soltarse ya. Es raro hallar un personaje principal que nos lleve tan de la mano, por el que suframos desde del primer minuto, y por ello es doblemente gratificante ver que la serie despega y ya han sido encargados por la CW el resto de capítulos de la primera temporada.

La cadena CW ha jugado bien sus cartas, y al final ha creado una marca de la casa que imprime a sus seriales un ritmo trepidante y los hace reconocibles a la vez que distintos entre sí. Crónicas Vampíricas, Arrow o The Flash cuentan con un pulso envidiable. La dosis justa de fantasía, trama, acción y amor (vale, en el primer ejemplo el amorío se sale de la escala, pero también el target es algo distinto) son ya las señas de identidad de la compañía.

The Flash, como buen hermano pequeño, bebe de este ritmo trepidante y le añade algo más: The Flash es la primera serie basada en un cómic que se enorgullece de serlo. Mallas chillonas, superpoderes variopintos, explicaciones de ciencia ficción y sobre todo, unos valores heroicos de manual hacen que ver The Flash sea una experiencia lo más cercana posible a leer una historia en viñetas.

Punto y aparte merecen los efectos especiales en The Flash. Desde carreras imposibles hasta incluso el tiempo bala de The Matrix, los chicos de la CW se han esmerado de lo lindo en alejarse al máximo de la acción más realista de Arrow. Esto tiene doble mérito si tenemos en cuenta que The Flash contará con un villano distinto por episodio -al menos, al principio-. Un villano con sus propias habilidades, con su particular diseño y con sus abracadabras únicos.

Este punto en particular, el del villano episódico -tan de cómic de los sesenta, por otra parte- es el talón de Aquiles de la serie. The Flash es un serial disfrutable por sí solo, pero que engancha poco porque apenas cuenta con cliffhangers. Carece de una trama principal, o mejor dicho, carece de una trama principal atrayente. A día de hoy, el mayor misterio es averiguar quién asesinó a la madre de Barry, pero intuimos que esto es algo que llevará tiempo en su resolución. Nos queda entonces una serie tal que House, El Mentalista o Castle, donde la gran mayoría de los capítulos son auto-conclusivos.

Está claro que esta debilidad de The Flash será pasajera. La paciencia nos enseñó con Arrow que así debe despegar un serial superheroico, de menos a más. Porque hasta que la cadena no cuente con el firme apoyo de los telespectadores no se arriesgará a apostar por tramas más hiladas.

¿Mantenemos entonces las expectativas altas? Desde luego. Mientras The Flash siga contando con ese Joe West con complejo de Tío Ben (casi le falta decir eso de “Todo gran poder…”) y su rivalidad con el doctor Wells por hacer de mentor de Barry, y el propio Gran Gustin nos brinde más escenas como esa genial confesión de amor exprés a Iris, el futuro de The Flash puede ser largo, y sobre todo, fructífero.

Des de la CW nos prometieron un crossover inminente entre The Flash y Arrow. Un encuentro donde parece que tendremos enfrentamiento entre ambos protagonistas… la pregunta es, ¿con quién irás tú? ¿Con Oliver o con Barry?