No sabemos si es necesario, pero una buena serie regular de calidad protagonizada por el Caballero Oscuro nunca está de más. Esto es lo que podemos pensar con la llegada de Batman Eterno Nº 1, el primer tomo de ECC Ediciones que recoge los números del 1 al 4 de la serie semanal original Batman Eternal. Ahora bien, ¿pensaremos lo mismo tras su lectura?
Con un guión elaborado por un conjunto de guionistas de gran calidad como son James Tynion IV, John Layman, Ray Fawkes, Scott Snyder y Tim Seeley, esta nueva serie, que en Estados Unidos se publica de forma semanal, recupera un antiguo espíritu del universo del murciélago que parecía haber sido relegado a series secundarias o, últimamente, a la serie de televisión Gotham. Hablamos de los misterios, del suspense, de los juegos de pistas y detectives, de las conspiraciones, de la corrupción y, sobre todo, de la mafia y los bajos fondos de la ciudad.
Sobre algo que, a todas luces, es una conspiración para incriminar al Comisario Jim Gordon (que de hecho acaba siendo encarcelado y llevado a juicio), se construye una historia en la que Batman y Batgirl intentan descubrir la verdad. Y esta verdad es muy dura, porque como siempre, el verdadero objetivo no es Gordon, sino el propio Batman.
Obviamente, no se revela al verdadero villano que mueve los hilos, pero para empezar, los guionistas recuperan a un Carmine Falcone que debuta en los Nuevos 52 para hacer lo que mejor sabe: ser un temible mafioso. También utilizan a una serie de villanos de segunda, como el Profesor Pyg o el Doctor Fósforo, cuyo objetivo es despistar y causar el caos por toda la ciudad.
Estamos pues ante varias tramas abiertas de forma simultánea que, seguramente (o eso esperamos), estarán relacionadas entre sí con el fin de abrir más frentes de los que el Murciélago pueda abarcar, una forma de intentar derrotarle que ya hemos visto varias veces en el pasado. Eso sí, habrá que ver si, a corto plazo, este hecho sumado al de contar con una buena ristra de guionistas no acaba por pasar factura a la serie, sobre todo teniendo en cuenta que de vez en cuando ya se ven pequeños destellos de anarquía narrativa.
En el apartado gráfico, de momento tenemos a un Jason Fabok al que, tras ceder su puesto en el cuarto número ante Dustin Nguyen, no podemos más que echarle de menos. Y no es que Nguyen lo haga mal, pero el bueno de Fabok lleva una progresión muy buena en los últimos años y está empezando a despuntar, y eso se nota en cada una de las páginas dibujadas para los tres primeros episodios.
En definitiva, Batman Eterno se presenta ante un servidor como una serie que, pese a las malas críticas recibidas por diversos medios, ha sabido entretener y dejar con ganas de más. No marcará una época, y obliga a reservar un halo de desconfianza de cara a su desarrollo, pero por el momento ha sabido calmar la reticencia inicial. Obviamente, y dada su estructura, el hecho de poder leer varios números del tirón ayuda, convirtiendo en un acierto la decisión de ECC Ediciones de publicar la serie en pequeños tomos recopilatorios.