El guionista Brian K. Vaughan está muy de moda ahora, gracias al éxito de Saga, pero no olvidemos que también es el autor de otras obras de éxito como Runaways, Ex-Machina o Y, El Último Hombre. Por ello, ECC Ediciones ha pensado que este es tan buen momento como otro cualquiera para lanzar una reedición de la etapa de Vaughan en el tercer volumen de la serie regular de La Cosa del Pantano, que se extendió durante 20 números allá por 2001.
En La Cosa del Pantano de Brian K. Vaughan Nº 1: Seres Queridos tenemos los cinco primeros números de la serie Swamp Thing Vol. 3 USA, que son también los cinco primeros de Vaughan al frente de la colección, y en los que somos testigos de la historia de origen de Tefé Holland, la hija de Alec y Abby.
Durante unas cuantas páginas asistimos al desarrollo de la historia de una joven pueblerina, su relación con su familia, sus estudios, su mejor amiga, su novio… Todo muy normal para la narración y muy extraño para el lector que no sabe lo que va a leer. No es hasta bien entrado el tomo cuando todo cobra sentido: se produce un hecho desencadenante que transforma a esta joven en Tefé, la hija que tuvieron la Cosa del Pantano y Abby Holland. A partir de este punto, y a modo de flashback, la propia Abby revela a los padres de la joven toda la historia de origen de Tefé, a la par que se muestra a esta siendo instada por el Verde a destruir a la raza humana.
Es partir de aquí cuando se abandona a todos los personajes clásicos de esta colección para dejar a Tefé como única y absoluta protagonista, llevándola por un viaje de auto-descubrimiento que tiene como fin encontrar al Árbol del Conocimiento. Pero ese viaje de descubrimiento no lo vive solo Tefé, sino también Vaughan con un sinfín de posibilidades para con este personaje, y el lector al tener delante a un personaje relativamente nuevo aún por explotar.
Lo curioso es que, cuando tienes entre manos a un personaje cuya misión es destruir a la raza humana, la decisión sea formar la colección a base de pequeñas historias bastante auto-conclusivas que poco o nada tienen que ver con el objetivo final. Es decir, se presenta al personaje, se le dice que las respuestas que busca las tiene alguien o algo, y a partir de ahí se comienza a rellenar la serie con números y más números totalmente independientes. Y si esto sirviese para ir definiendo la personalidad de Tefé y para encontrar su lugar en el mundo tendría un pase, pero en los números de este tomo no vemos más que pequeñas historias intrascendentes donde a veces incluso ni siquiera es la auténtica protagonista.
A esto hay que sumarle lo engorrosa que es la lectura al comienzo, con grandes cantidades de texto y demasiadas explicaciones innecesarias. Hay que decir que esto se corrige bastante cuando comienzan “Las Aventuras de Tefé“, pero la verdad es que Vaughan tiende bastante a pasarse de rosca en este tomo con demasiada palabrería.
Lo mismo ocurre con el dibujo, obra de Roger Petersen, que ni es un estilo adecuado para la obra, ni presenta una narrativa fluida como debiera. Demasiado colorido, alegre, “aniñado” e incluso a veces caricaturesco, lo que hace que visualizar estas páginas sea sumamente decepcionante cuando lo que quieres es algo de La Cosa del Pantano, y más cuando se presenta con las espectaculares portadas del señor Phil Hale. Muchas páginas dan la sensación de apelotonamiento, y eso satura al lector hasta el punto de no enterarse bien de lo que le quieren contar.
Y aún así, hay que reconocer que el perfil de Tefé es bastante atractivo, por lo que queda mucho margen de mejora y de explotación de cara a futuros números. Porque el guionista es Brian K. Vaughan, y no todo lo que ofrece el tomo está mal; y porque algunas de las historias son realmente entretenidas, y a veces encontramos dibujos que plasman bien esos momentos de supuesto terror, aunque sea terror de pacotilla. De momento, un voto de confianza.