[Reseña] La Cosa del Pantano de Brian K. Vaughan Nº 3: Cosecha Roja

La Cosa del Pantano de Brian K. Vaughan Nº 3: Cosecha Roja

Aquí traemos ya la reseña de La Cosa del Pantano de Brian K. Vaughan Nº 3: Cosecha Roja, penúltimo tomo de ECC Ediciones con el que la editorial recupera la etapa de este gran guionista en la colección Swamp Thing, recopilando aquí los números 10-14 USA.

Sin embargo, con todo lo grande que es Vaughan hoy en día, esta obra continúa sin encajar dentro de los gustos personales del que escribe. Vale que el ritmo aumenta considerablemente en este tomo, tanto en acción como en humor, pero seguimos sin ser testigos de un objetivo claro por parte de Tefé, y por tanto, de la serie en general. Es más, como ejemplo de todo esto, el tomo repite su final con respecto al anterior dejando al lector en un cliffhanger donde Tefé parece descubrir su verdadero objetivo (aunque sin revelarlo).

En estas páginas cabe destacar la adición de un nuevo personaje secundario, la hija de un senador favorito a la presidencia que pierde las elecciones por unas declaraciones de la chica. Este personaje, una adolescente rebelde en contra del mundo, es señalada por Tefé como su consejera personal, y sirve para añadir dinamismo y humor, algo en lo que, por cierto, Pilato gana peso, comiéndose por completo a un Barnabás que queda relegado a un plano terciario.

Eso sí, conviene decir que, aunque no se llega a confirmar debido a que no sabemos si la chica dice la verdad o no, el presidente frustrado se posiciona como posible nuevo objetivo de Tefé, ya que podría tratarse de un hombre que busca destruir toda vida existente en la Tierra mediante armas químicas y biológicas.

Vemos también un poco más de protagonismo para Kudzu, ese asesino medio planta, medio samurái, del que no sabemos nada, y del que seguiremos sin saber nada. Tampoco faltan los pobres diablos de Agricultura que van tras Tefé, que pese a su inocencia no se ven amedrentados por una amenaza del propio Kudzu. Finalmente, completa el cupo de perseguidores una misteriosa organización que ya se dejó ver en el tomo anterior, pero que en este se desvela por completo sin nombres ni motivaciones, solo con caras y asesinatos.

El apartado gráfico continúa la misma senda establecida desde el principio por Roger Petersen, una senda muy poco llamativa, pero cumplidora, de la que en realidad no se me ocurre mucho más que decir que no haya dicho ya en reseñas anteriores.

En definitiva, cinco números más de una serie en los que pasan cosas, pero no las suficientes para avanzar, por lo que nos quedamos tal y como estábamos antes de empezar a leer. Quizás se pueda considerar que vemos un ligero avance en este tomo con respecto a los anteriores, pero teniendo en cuenta que solo queda un tomo por llegar a mis manos, o este es muy gordo (que no lo es), o vamos a tener un final más que precipitado. Y eso es justamente lo que peor le podía venir a la serie, un cierre superficial, forzado y rápido. Veremos si esto se cumple o no.