[Reseña] Arrow 4×04 – Beyond Redemption

Beyond Redemption, que así se llama este 4×04, es uno de esos capítulos necesarios. Un episodio de transición, una pieza del engranaje. Una pieza que, usada con gracia, puede incluso sobresalir más allá y evocarnos a las buenas etapas que Arrow ha tenido, y que parece estar teniendo. Esta cuarta temporada puede ser una nueva edad de oro para el vigilante de Star City. Permitidme mostraros por qué soy optimista.

Como decía anteriormente, el episodio que tenemos entre manos nos hace recordar con nostalgia los tiempos en que la serie se hizo un hueco en nuestra particular parrilla serial. Por supuesto, que rememoremos algo así es deliberado. Con total alevosía los guionistas han implantado pequeñas teselas aquí y allá que nos obligan casi por decreto a componer una sonrisa al ver el mosaico completo.

En primer lugar, y aún siendo un fan absoluto de los metahumanos presentados en The Flash, debo decir que me alegra este toque más terrenal que caracteriza a los malosos episódicos. Como al principio. A veces, simplemente unos polis corruptos pueden ser aquello que necesita ser subsanado. Como cuando Oliver iba lista en mano quitando el dinero a los ricos para devolverlo a los pobres. ¿Os acordáis? Pues los capos de Arrow también, porque el sabor propio que tenía antes es ahora algo ya consolidado. ¿Queréis más? Thea y sus contactos con las drogas. Y Diggle de guardaespaldas -glorioso-. ¿Aún no tenéis bastante? Pues repescamos la que sin duda es la escena más icónica en la serie: la de Oliver ejercitándose en la barra… con Felicity babeando. Esos sí eran buenos tiempos.

Arrow

Hablando de Felicity, un servidor no puede estar más contento al ver que nuestra hacker predilecta ha recuperado el encanto natural que la hizo desbancar a Laurel en las apuestas como interés romántico. Quizás simplemente necesitaba estar “con” Oliver, y me refiero no en el ámbito amoroso, sino estar de su parte. Apoyarlo, y no ser esa constante piedra en el zapato. Y es que hubo un tiempo en el que Oliver parecía ser el malo. No pensaba con la cabeza, cometía errores estúpidos y todos parecían tener el soberano derecho de descargarse en él.

Sin embargo, este Oliver es una versión mejorada de todo aquello. Un Oliver 2.0, si queréis. Más humano, más sabio, incluso más cachondo. Este Oliver mola más que nunca, y cada vez veo con mejores ojos que se postule para alcalde. O sea, miradlo bien. ¿Quién no le votaría? El público femenino ya lo tiene ganado.

Puede que alguien se resistiera a dar su voto, sí. El Detective Lance, por ejemplo. Un tipo que suele contar con las tramas más interesantes y esta temporada no es una excepción. Paul Blackthorne hace tanto de tipo bueno como de tipo malo (pero no tan malo) con una gracia envidiable. Y si encima los guionistas aportan un nuevo sabor a la ya de por sí compleja relación entre Lance y Oliver, el resultado solo puede ser apoteósico. Que Quentin sea la inspiración de Oliver para convertirse en alcalde es algo que hace evolucionar a ambos, a Oliver y a Lance. Por ello, chapó a la conversación que mantienen sobre Darhk. Cómo Oliver se derrumba al ver que aquel de quien busca la aprobación también ha sucumbido al caos. “Deja de esconderte detrás de tus hijas”. Eso duele, Ollie. Eso duele.

Claro que no todo pueden ser grandes noticias. Dejando de lado algunas escenas muy pero que muy artificiales (la de Sara agarrando con la cadena a Laurel se lleva la palma), una vez más es Laurel el punto disonante. Su trama no es mala, y de hecho seguro que cogerá relevancia. Pero entre ese grito del Canario más propio de serie B, y su predisposición a recibir palizas, más vale que Sara recupere la cordura y se pase el resto de temporada adiestrando a su hermana como Dios manda. No veo otra manera de salvar la situación.

Una semana más, repasamos lo mejor y lo peor que nos ha dejado el universo superheroico que nos brinda CW:

Lo mejor:

– Nueva base para el Team Arrow. Ya iba siendo hora.

– King Shark en The Flash. O sea, ¿en serio? ¡Brutal!

– El discurso de Oliver como alcalde. “Después de 5 años en el infierno, he vuelto con un único objetivo: salvar mi ciudad”. Bravo.

– El nuevo Firestorm y la batalla en el estadio. ¡Puro cómic!

– La reprimenda de Oliver a Lance. Sorprende cómo después de cuatro años la relación entre ambos consigue una nueva vuelta de tuerca.

Lo peor:

– La memoria de Ronnie parece casi un recuerdo lejano. Nuevo Firestorm, pero Caitlin parece conforme con ello. ¿Se avecina romance con Jay Garrick?

– Laurel sigue dando bandazos. Esto empieza a dar miedo.

– Demasiada gente sabe desviar las flechas. Al menos esta vez alguna ha dado en el blanco.