Grandes Autores de Superman: Superman – Por el Mañana es uno de esos tomos imprescindibles en toda estantería de amantes de Superman en particular, pero yo diría que del cómic en general. En los últimos coletazos del Universo Pre-Nuevos 52, el guionista Brian Azzarello llegó con la petición de publicar una historia sobre Superman que, no solo convenció, sino que despertó tanto interés por parte de la editorial que hasta el propio Jim Lee decidió acompañarle en los dibujos.
Esa historia se publicó dentro de la serie regular Superman a lo largo de 12 números, y ECC Ediciones la ha recopilado en único tomo presentado en el estupendo formato en el que nos viene llegando la línea Grandes Autores de…
Entrando en materia, esta es una obra de esas que coges con ganas. Para un servidor (y para otros muchos), Azzarello es uno de los grandes, uno de esos guionistas que van más allá del tópico y del aspecto exterior, indagando en las profundas capas que un personaje puede aportar. Un personaje archiconocido en sus manos puede transformarse en algo que no habíamos visto nunca antes, y tratándose de Superman, la curiosidad me invadía. Por su parte, Jim Lee garantiza un dibujo de calidad, espectacular e inmersivo, un estilo de esos de los que hay pocos, y ante los cuales no puedes más que aplaudir. Teniendo esto en cuenta, el siempre repetitivo Superman se presenta con una historia a priori atractiva.
Y así es. Los primeros tres cuartos de lo que nos presenta Azarello son simplemente geniales. Desconozco si los hechos en torno a los que gira la trama vienen de atrás, pero quiero pensar que no. Y digo esto porque me gusta la forma en la que el guionista va develando detalles a medida que avanzamos, a medida que el propio Superman lo va desvelando a modo de confesión (y con flashbacks) con un cura que se enfrenta a una situación difícil en su vida, quizás a nivel de plantearse su fe.
Bien es cierto que el seguimiento de la primera mitad de la obra es complicado. Mucho diálogo, poca acción, demasiados hilos que unir y un ambiente filosófico en el que se hace hincapié en la moralidad, el poder y la decisión de qué líneas cruzar. Aquí entra en juego el gusto del lector y lo que realmente espera cuando lee un cómic de Superman. Para mí, el desarrollo lento pero progresivo hacia la revelación de los motivos de todo esto, sumado a un enorme halo de misterio que llena toda la trama de intriga, son dos puntos muy fuertes que han conseguido engancharme a una historia de Superman, algo que considero sumamente difícil porque el Hombre de Acero me parece aburrido y reiterativo en toda su extensión.
Y es que, siguiendo lo que probablemente sea ir contra corriente, es en la última parte de la historia donde creo que chirría todo. Se desvelan motivos, medios y resultados, y se desvela también lo que es capaz de hacer Superman por amor. Y es que, en esta ocasión, el Hombre del Mañana no se ve movido principalmente por el buen hacer, el honor o el sentido del deber, sino por el amor que siente hacia Lois Lane. Es a partir de este momento donde toda la filosofía se convierte en puñetazo limpio, en acción sin medida, en una batalla del todo por el todo donde Superman debe pensar en mantener o en avanzar. Y con ello, se recupera a un villano clásico que, si bien tiene lógica su presencia por ciertos aspectos, su entrada a última hora queda un poco con calzador. Aún así, tampoco le doy mucha importancia, porque al final su presencia sirve al último acto, para que haya un poco de acción, pero sin trascender en la trama principal.
El dibujo de Lee, como decía al principio, garantiza calidad, detalle y espectacularidad. Sin embargo, el hecho de que la obra no cuente con demasiada acción hasta su último tercio, no favorece al trabajo del dibujante, puesto que su punto fuerte sabemos que son las escenas de más acción. Aún así, Superman bajo el lápiz de Lee luce increíble, y cada página es un regalo para la vista.
En definitiva, me repetiría diciendo que esto es algo que todos los aficionados al cómic deberían leer, pero tras el análisis, es cierto que descartaría a aquellos que fuesen en busca de lectura rápida, sencilla y cargada de acción. Chicos, este cómic no sería para vosotros.