[Reseña] Wonder Woman: Agallas

Wonder Woman: Agallas

Después del primer arco argumental, el tomo Wonder Woman: Agallas de ECC Ediciones retoma la historia justo donde quedó colgada, en pleno drama familiar de relaciones extramatrimoniales e hijos bastardos ambientado dentro de la mitología griega.

En esta ocasión Maoma no viene a la montaña, sino que la montaña va a Maoma, y Wonder Woman debe bajar al mismo infierno para rescatar a Zola y al hijo de Zeus que lleva en su interior. La protagonista se rodea de algunos aliados y hace una visita a Hades en una puesta en escena con un infierno representado como nunca lo habíamos visto. Y es que el guionista Brian Azzarello, aunque tira de libros de historia, le da a todo una vuelta de tuerca para seguir actualizando a todos y cada uno de los dioses griegos que aparecen en estas páginas.

Wonder Woman, al más puro estilo Hércules, debe superar ciertas pruebas e incluso ceder al chantaje para conseguir su fin, pero el guionista siempre se guarda un as en la manga que al final consigue darle la vuelta a todo, volviendo casi al punto de partida de cara al tercer arco argumental.

Uno de los principales logros de Azzarello es conseguir representar a los dioses y semidioses de una forma muy humana, bajándolos del Olimpo lo suficiente como para ponerlos a la altura de los superhéroes que pueblan la Tierra. Al fin y al cabo, nuestra querida Diana les hace frente, y con éxito, así que quizás ya no sean tan poderosos como ellos creían. Un buen ejemplo es el propio Hades, al que vemos por un lado como tirano despiadado, y por otro como un niño solitario con falta de cariño.

Los dibujos de Cliff Chiang siguen, lógicamente, en la misma línea que pudimos ver en el tomo anterior. Chiang tiene el típico estilo que gusta a muchos y desagrada a otros muchos a causa de su simplismo. A veces, los personajes parecen carecer de personalidad, y hasta sorprende que tengamos tantos personajes y todos tan bien definidos. Ahora bien, igual que tiene cosas malas también las tiene buenas, y es que el estilo es propicio para aportar un gran dinamismo a la buena cantidad de momentos de acción de los que dispone la obra. Quizás sea raro ver trazos como los de Chiang en series como esta, pero la verdad es que para una ambientación propia de la antigua Grecia no encaja nada mal.

De momento, la serie continúa siendo interesante, aunque de seguir así corre el riesgo de caer en la repetición. Apenas hemos avanzado, y aunque hay muchos personajes que explorar, quizás habría que pensar en usar una plantilla diferente para el tercer arco argumental.