Ahora que estamos en una nueva continuidad de nacimiento relativamente reciente, y dado el éxito de la serie de televisión, ¿quién no conoce a estas alturas el origen de Flecha Verde? Sin embargo, varios años antes de todo esto, DC Comics lanzó una miniserie donde recuperaron y renovaron los que hasta aquel entonces eran los orígenes de este personaje. Ahora, ECC Ediciones nos lo presenta todo en el tomo Green Arrow: Año Uno, donde somos testigos del nacimiento de uno de los superhéroes más carismáticos de DC Comics.
Con el tomo en las manos, surgen dos sensaciones a bote pronto, una buena y otra mala. La buena surge al conocer el equipo creativo, formado por el guionista Andy Diggle y el dibujante Jock, dos auténticos pesos pesados de calidad dentro de la industria del cómic. La mala, obviamente, es el peligro que se corre al presentar al lector unos hechos que ahora ya se han quedado anticuados, puesto que han vuelto a ser renovados hace bastante poco. Y es que, aunque son parecidos, hay diferencias más que notables que podrían entrar en conflicto con el estándar actual.
Aunque ha habido cambios aquí y allá con el paso de los años, la base del origen de Green Arrow viene a ser la misma. Hablamos de un niño rico mimado que dirige o dirigirá una gran empresa, algo para lo que carece de madurez. Entre fiestas y juergas, Oliver Queen decide hacer un viaje en barco que deriva en un naufragio y, consecuentemente, le lleva a una isla aparentemente desierta donde desarrollará dotes de superviviente, aprenderá a valorar lo que hay a su alrededor y renacerá como el héroe que todos conocemos.
Al final, el objetivo de todo esto no es romper con lo establecido, sino completarlo y actualizarlo. Diggle coge los elementos clásicos que él considera básicos y les da forma para adaptarlos a los nuevos tiempos que corren, insertando elementos que le dan más consistencia y seriedad a la historia, y que además sirven para dotar de mayor credibilidad a las razones que llevan a Oliver a convertirse en Flecha Verde.
El guionista hace todo esto con diálogos inteligentes pero sencillos, que facilitan una lectura dinámica que engancha al lector. Destaca sobre todo la facilidad con la que Diggle marca los rasgos característicos de la personalidad de Ollie, encajando con la idea que tenemos del personaje, los que ya lo conocemos, y estableciendo una base para lo que vendrá en el futuro.
A todo esto ayuda el genial trabajo de Jock, que sabe moverse perfectamente con sus dibujos tanto en momentos de calma como en momentos de acción. Envueltas en tonalidades siempre cercanas al verde, sus viñetas inspiran tranquilidad y orden cuando todo está en calma, pero se desmadran y descolocan cuando la acción lo requiere sin perder nunca la coherencia. Tras pocas páginas de lectura, la compenetración de guionista y dibujante es evidente, y este es siempre uno de los aspectos que al final hace que un cómic destaque sobre los demás.
¿Merece entonces la pena leer este tomo? Pues sí, conozcas o no el origen de Flecha Verde. Si lo conoces, deberías leerlo porque, además de incluir elementos diferenciales, te gustará disfrutar de un buen nivel de calidad comiquera. Si no lo conoces, a todo lo anterior podrás añadir el hecho de descubrir de dónde viene uno de los héroes de DC Comics más destacados que ha habido nunca. Vamos, que no hay excusa.