Batman: La LEGO Película es una cinta que nació como spin-off a partir de La LEGO Película, pero que sin embargo cuenta con un mundo igual o más rico que esta primera, aumentando sus posibilidades de diversión.
Y, efectivamente, la nueva película del cruzado de la capa aprovecha todos los elementos posibles de la inmensa mitología de Batman. Si bien la película no deja de ser una especie de parodia, las menciones al universo del murciélago son constantes y casi infinitas. Muchas de ellas solo serán entendibles por los lectores habituales de los cómics de Batman, pero ello tampoco disminuirá la diversión de aquellos menos ilustrados en este ámbito. Así pues, podremos ver personajes clásicos de Gotham y muchísimas referencias, también a anteriores películas protagonizadas por Batman.
Pero, por supuesto, el centro de la película es el humor. Desde antes incluso de que empiece la película podremos reírnos con un Batman completamente redefinido y cuya personalidad clásica de los cómics es llevada hasta su extremo. De este modo, estaremos ante una nueva versión más prepotente y graciosa, pero que seguirá portando los habituales problemas del huérfano Bruce Wayne. Pero es esta exagerada personalidad la que será el centro de la película y lo que nos aportará más risas a lo largo de la cinta. Aunque no todo el peso de la comedia recae sobre Batman (seguro que ningún lector de cómics esperaba leer esa frase en su vida). La película cuenta con un genial reparto con presencia de Robin, Alfred y Barbara Gordon, entre otros. De estos tres será Robin el que más carcajadas nos arranque, aunque muchas risas vendrán del propio desarrollo de la película, con unos cuantos momentos que nos harán reír por sorpresa o inauditos.
Afortunadamente, la historia de la película también se mantiene a buen nivel. Aunque muchas veces, en este tipo de películas el argumento queda relegado a un segundo plano para centrarse en los aspectos más cómicos, hay que aplaudir que la cinta cuenta con una buena historia con muchos momentos de acción y otros tantos más tiernos. Y otro aspecto a destacar en este campo es que nos ofrece un guión, que si bien puede pertenecer perfectamente a un cómic de DC, nunca habíamos visto en pantalla. Y esa originalidad se agradece.
Quizás lo peor de la película sea la acción. Por un lado, es verdad que la hay en gran cantidad, y estamos en una película de Batman. Pero, por otro lado, no deja de ser una película de animación de LEGO. Y es que con esas herramientas la acción resulta poco impresionante. Por ello quizás estas escenas se pueden hacer algo largas o tediosas, aunque se combinan de buena forma con la comedia para hacerlas más llevaderas.
En definitiva, obviamente no es la mejor película de Batman ni pretende serlo. Pero desde luego que es una más que notable recreación de su universo llevado hasta el punto más cómico del personaje más oscuro. Recomendable indiscutiblemente. Para todos los públicos sin resultar infantil y con una banda sonora a la altura.